El avance de la digitalización aplicada al sector financiero ha hecho posible que consumidores y empresas accedan a sus cuentas corrientes a través de canales digitales como la banca online, las aplicaciones o los servicios de banca a distancia, ofrecidos por los propios bancos. Sin embargo, la directiva europea PSD2 ha autorizado el acceso a los datos bancarios para prestar servicios financieros (previo consentimiento del cliente) a una nueva categoría de entidades, las Terceras Partes Proveedoras de servicios de pago (TPP):
Con la introducción de estas nuevas entidades, los bancos deben ofrecer a sus clientes, incluso los minoristas y empresas, la posibilidad de acceder y realizar operaciones con sus cuentas online a través de servicios de terceros, garantizando la operatividad y sin necesidad de ningún acuerdo específico con las TPP. Todo esto es posible gracias a las API (Interfaces de Programación de Aplicaciones), un sistema que pone los servicios de terceros en comunicación con los bancos para que recopilen la información necesaria para ofrecer sus servicios.
En vista de lo descrito, destaca como los PISP, CISP y AISP pueden mejorar considerablemente la experiencia de los consumidores que pueden acceder a nuevos servicios financieros y de pago a través de canales distintos de los bancarios. Sin embargo, existe otro factor relacionado con los AISP que cabe mencionar por sus beneficios en los usuarios: las plataformas de Big Data.
Aparte de la extraordinaria ventaja que supone acceder a toda la información de la propia cuenta a través de una única plataforma, los AISP también permiten utilizar estos datos para fines relacionados con el servicio ofrecido (siempre previa autorización por parte del interesado).
El aspecto fundamental del proceso de creación de nuevos servicios y productos es su estrecha conexión con las plataformas Big Data del mundo bancario y fintech. Y es precisamente gracias a los Big Data que se pueden estudiar y explorar los distintos comportamientos, las preferencias y necesidades de los clientes. Luego, los datos observados se comparan con los obtenidos mediante los AISP con el objetivo de personalizar aún más las ofertas y acudir de manera más específica a las necesidades de cada consumidor. Naturalmente, los datos deben recopilarse de conformidad con las legislaciones: el GDPR, el Consejo Europeo de Protección de Datos y las medidas de protección de la privacidad y el procesamiento de datos deben estar en consonancia con el consentimiento proporcionado por los clientes.
PSD2 ha introducido innovaciones en el ámbito de la seguridad de los pagos, con la Strong Customer Authentication (SCA), y ha contribuido activamente al desarrollo de nuevas soluciones financieras y no financieras, con la introducción de las TPP, cuyo objetivo es ofrecer nuevas oportunidades a los consumidores y las empresas, en términos de servicios y experiencia de usuario.